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ANTONIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ

Fundé esta empresa en el año 1978, pero empecé a trabajar en una imprenta a los once años, de casualidad. Posteriormente, y tras haber trabajado en otras imprentas, decidí emprender mi propio negocio.

Siempre he sido consciente de la necesidad de poner sobre la mesa la problemática que tenemos las artes gráficas en Canarias, que también afecta a otras industrias.

Contratar servicios o comprar productos fuera de Canarias deteriora seriamente nuestro tejido productivo, el dinero se queda fuera y no redunda en nuestro beneficio, ni en más empleo e innovación. Hay que pensar en fortalecernos a nosotros mismos, porque si una empresa tiene cien empleados, que salen y se toman cien cafés, compran cien camisas y cien pares de zapatos, lo harán aquí, donde están nuestros productos. No nos puede dar lo mismo. Todos tenemos que defender el sistema, desde los políticos y los empresarios con sus asociaciones, hasta los pequeños comercios y los mismos consumidores. Todos los que vivimos aquí, seamos nacidos o no en Canarias, pagamos nuestros impuestos y colaboramos con el mantenimiento de nuestros servicios e infraestructuras. Y digo todos porque tenemos la suerte de vivir en una tierra muy generosa con el que viene a vivir aquí, sea de donde sea.

¿Cómo producimos? ¿A quién le vendemos? Las autoridades competentes, como así también los consumidores, deben mentalizarse y comprometerse en este sentido. En general, nuestro mercado es limitado y eso nos sitúa en otras condiciones de competencia porque tenemos infraestructuras y personal cualificado como para ofrecer la misma calidad de servicio, en tiempo y forma, que la que se ofrece en cualquier otro sitio de España.

Creo que el deber de todo ciudadano es que una parte de sus beneficios repercutan en el sitio donde vive, porque es algo imprescindible para que el sistema funcione.