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JERONIMO AMADOR MERINO

Me incorporé a Vidrieras Canarias en el año 1977. En ese momento el sector turístico no iba bien, y el nivel de desempleo era alto en la población canaria. Yo tenía solo 22 años, pero ya llevaba varios trabajando como carpintero, porque empecé muy joven.

Cuando tuve la oportunidad de trabajar en Vidrieras Canarias, no lo pensé y aproveché la misma.

En aquel momento, aún no había finalizado las obras de la construcción de la planta de Vicsa, Dado el desconocimiento de esta actividad fabril, más de 200 personas, yo entre ellas, nos desplazamos a distintas fábricas de la compañía en Península, para iniciar un proceso de formación, el cual no todos terminaron.

Aunque ya habíamos recibido formación en la isla, no conocíamos ninguna una fábrica de vidrio, y reconozco que me impresioné la primera vez que vi el interior de una de ellas.

Un año después abrió la planta de Telde, en abril del año 1978, y comencé a trabajar como peón. Por esas fechas yo acababa de casarme y empezaba a formar mi propia familia.

El proceso era totalmente manual. El esfuerzo para realizar las primeras botellas fue importante y algunos de los envases quedaban lejos de forma original. Muchos de estos envases se las llevaron los propios compañeros para tener el recuerdo de esos primeros momentos que hoy son para todos nosotros, un bonito recuerdo.

La fábrica ha cambiado mucho desde sus inicios. En años posteriores, poco a poco se fue realizando una reforma y actualización importante en la planta.

Con el paso de los años y buenas oportunidades de promoción ocupé los puestos de Mecánico de Fabricación, Jefe de Equipo y finalmente, puesto el puesto en el que concluí mi trayectoria profesional, Jefe de Sección.

Toda esta experiencia me ha enseñado muchas cosas, y además he tenido la suerte de trabajar con buenas personas, y buenos profesionales entre quienes siempre ha primado el respeto, la base para hacer un buen trabajo. Por eso puedo decir que mi trayectoria profesional ha sido gratificante.

Vidrieras Canarias me ha dado todo. Este ha sido el trabajo de mi vida, gracias al cual he podido disfrutar de mi casa y mi familia, y me enorgullece saber que la mayor parte de las botellas del mercado en Canarias son nuestras, de este equipo que trabaja con esmero los 365 días del año para ofrecer la mejor calidad.