← Volver

LAURA CARMONA

En 1984 mi padre, Antonio Carmona, comenzó a fabricar pantallas de lámparas. Montó un pequeño taller debajo de casa donde yo y mis hermanas nos pasábamos el día jugando. Según fui creciendo, fui ayudando a mi padre hasta que en el 2002 falleció. Desde entonces mi madre siguió con el negocio familiar y yo ayudaba mientras terminaba mi carrera en Ciencias del Mar. 

Estuve 10 años trabajando en investigación en Biotecnología, pero cuando mi madre dijo que se iba a jubilar, lo dejé todo para seguir con el negocio familiar. Siempre me gustó ayudarles, y seguir con el negocio no es solo seguir con el negocio de mi familia sino mantener de algún modo el recuerdo de mi padre. Todavía me emociono cuando algún cliente me dice que se acuerda de él. 

Para mí fabricar pantallas de lámparas no es solo es un trabajo, es una afición y una manera de mantener el legado de mi familia. Ahora son mis hijos los que juegan alrededor de mi mientras trabajo y muchas veces me quieren echar una mano… Quien sabe si algún día tomen ellos también el relevo… 

Otros relatos