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NOEMA CÁCERES

Mi historia en Collbaix empieza a través de una ETT para cubrir una baja por maternidad. Empecé como recepcionista en una oficina donde éramos 3 personas. Como la empresa iba creciendo, me mantuvieron y yo fui creciendo con ellos. De coger el teléfono pasé a hacer presupuestos, a controlar la producción, a gestionar la contratación de nuevos empleados.

En 2009, mi madre cayó enferma y nunca me faltó el aliento y el apoyo de la familia Collbaix. No me sentí sola nunca y, aunque no aproveché ninguna de las ventajas que me ofrecieron, el hecho de que me las ofrecieran fue más que suficiente. En 2016 ya era jefa de administración y, en ese momento, la dirección decidió ascenderme a directora porque era lo que se correspondía con la labor que estaba desarrollando.

Lo fundamental de Collbaix es que te da alas para que te conviertas en quien quieras ser y te desarrolles por el camino que tú elijas. La empresa pone a tu disposición la posibilidad de desarrollarte (o no) dentro de la empresa porque, al fin y al cabo, la prioridad para la empresa son sus empleados.