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PEDRO ROJAS GASCA

Yo me considero una persona curiosa y apasionado de la tecnología. Siempre me ha gustado indagar en cómo funcionan las cosas, conocer los procesos de fabricación y por eso diría que una de las mejores

 cosas de trabajar en Essilor es tener la posibilidad de estar en contacto con toda esta tecnología innovadora.

Aquí soy monitor del laboratorio de retallado, me encargo de verificar que la graduación de los cristales sea la que los clientes necesitan, y que el proceso se lleve a cabo garantizando que los acabados de los cristales sean de la mejor calidad.

El proceso empieza cuando desde las ópticas nos envían los detalles de las distintas graduaciones que necesitan. Con estos datos pasamos a dar a las lentes su forma final en distintos aparatos, como la pulidora, y midiendo todos los parámetros durante el proceso.

En ese sentido la forma de trabajar en Essilor ha cambiado mucho. Cuando llegué aquí el pulido de las lentes se hacía con moldes y gran parte de los procesos se hacían de forma manual, incluso las comprobaciones. Ahora disponemos de aparatos que nos ayudan a que el resultado de las lentes sea óptimo, y las mediciones son rigurosas. Todo el proceso está informatizado.