← Volver

PINO MARTEL

Empecé a trabajar en Collbaix en 2011, con un hijo de apenas 4 meses. Tras dar a luz estaba deseosa de empezar a trabajar y comencé a hacer prácticas en Collbaix. Al principio trabajaba en la centralita, respondiendo al teléfono y notificando averías. Aunque se trataba de contratos discontinuos, esos periodos de trabajo me sirvieron para aprender muchísimo y noté cómo cada vez me iban dando más responsabilidades y confianza.

Dejé la empresa porque la incertidumbre de los contratos discontinuos me preocupaba, pero tras cierto tiempo volvieron a llamarme para ofrecerme un puesto fijo y no dudé en aceptarlo. Me han pasado muchas cosas en estos años, pero lo que nunca ha cambiado es la preocupación de esta empresa por cada uno de nosotros.

Somos más que un número, somos familia y siempre están ahí para ti, porque el objetivo último de la empresa es que haya armonía y que cada uno de nosotros realice la labor que más le guste y de la forma que prefiera, para que los resultados siempre sean los mejores.